Poca gente sabrá lo que oculto; una sensación más
embriagadora que el vino, más placentera que el sexo… más bella que las cosas más
bellas. La palabra vicio era pequeña, nimia comparado con mi adicción y no
frenaba… Cada día que recibía mi dosis quería más y más…
Allí me encontraba, abriendo un ojo al amanecer, aún
dormido, en ese momento en el que no sabes si tu vida aún es un sueño o ya has
vuelto a la realidad. Sin embargo, allí estaba ella, tumbada a mi lado; entre
mis brazos. En ese momento era frágil pero salvaje... era bellísima; un rayo de
sol que daba luz a mi habitación aún con la ventana bajada; que daba luz a mi
vida aunque fuera de noche… Un elemento que nublaba mi percepción y me hacía
preguntarme sí aún soñaría o estaría despierto.
Su pelo me tapaba parte de la cara, podía olerlo; mi mano la
rodeaba y podía escuchar como lo que, por su belleza no parecía real, respiraba;
como vivía.
Ansioso de saber más, pase suavemente mis dedos por su brazo
erizando su vello, lo hacía muy suave, como si se fuese a romper o no quisiese
hacer ruido, pero como si mi vida se deslizase a través de ese dedo; primero
fue su brazo, después su cuello, después sus labios. Una fina comisura, más de
una persona hubiese matado por ser ese dedo…
Me acerque más, la abrace más de cerca y sentí aún más su
respiración; quería respirar de ese mismo aire y después lo solté con un leve
susurro sobre su cuello, fue suave, delicado como una mariposa y además era mío.
Era mi momento; que importaba el sueño si la tenía a mi lado; nada era
importante… solo ese momento, solo ella y yo.
Temblaba con rozar su piel y sonreía con el simple sonido de
su respiración.
Pero no puedes evitarlo, es como cuando sueñas que te caes,
una angustia que recorre tu cuerpo y hace que ocurra… que te despiertes.
Pero lo mejor de mi sueño, es que no acaba. Es que es un sol
que nunca se agota, aunque en mi corazón sea invierno. Es una belleza que nunca
envejecerá. Es mi luz y mi vida y mi mayor sonrisa al despertar.
Giro la cabeza y allí está ella, a mi lado, aún durmiendo y
entonces soy feliz, sonrió, tontamente, en un silencio embriagador… la chica más
bella y mi sonrisa de adicto.
Tu eres mi vicio y mi mayor virtud. Y aún no se si eres un sueño
porque no puedo creerme que en esta vida te tenga yo.
Lo unico que puedo pensar es que espero poder seguir sonriendo así toda mi vida.